El pasado 4 de marzo, Marina Cahuana que tiene síndrome Down y a quien llaman “la niña dulce” cumplió 42 años de edad. Ella es una de las pocas personas que alcanza este promedio de vida gracias al cariño y cuidados de su familia que le dan fuerzas para seguir, aunque muchas veces su salud se complica, pero no puede acceder a atención médica por altos costos del servicio.
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