Las recientes denuncias y acusaciones por el abuso del sistema universitario por parte de dirigentes que hicieron de la dirigencia estudiantil una nueva forma de vida, beneficiándose con recursos y otras asignaciones personales hacen que se cuestione el estado y el uso que se le da a la autonomía universitaria. Para el analista Franklin Pareja, el verdadero problema está en el diseño institucional de las universidades y el cogobierno.
En declaraciones a EL DIARIO, Pareja precisó que la base en la que se fundamenta la “Autonomía Universitaria” se centra en garantizar la libertad de pensamiento en el proceso educativo de los estudiantes y de esta forma privilegiar el pensamiento crítico por sobre toda imposición.
“El fundamento es la libertad, de pensamiento, de expresión, de cátedra, y sobre todo también de autogestión. En esencia, la autonomía trata de liberar de la imposición de los regímenes autoritarios, del clero y de los gobiernos, para poder actuar como una verdadera institución del pensamiento y de la educación”, expresó.
Pareja puntualizó que los actuales cuestionamientos no deben ir dirigidos precisamente a la autonomía como tal, dado que el problema pasa por la dirección en las universidades, que se caracteriza por una constante negociación entre los estamentos, estudiantil y docente, hecho que ha afectado la calidad de la educación y otros aspectos. “Todos los problemas que se están suscitando ahora, no están propiamente en el marco de la autonomía y no es la que está funcionando mal”, afirmó el especialista.
Remarcó que, el establecimiento de la autonomía universitaria en Bolivia, data de 1932, cuando la participación estudiantil solo alcanzaba a un tercio de las determinaciones de la universidad, y fue a partir de 1953 que el estamento estudiantil logró incrementar su participación al 50 % con el denominado cogobierno paritario docente-estudiantil.
“Esto hace que todo el andamiaje universitario, tanto académico, administrativo, operacional, económico, esté condicionado en gran medida a negociaciones permanentes entre docentes y estudiantes”, indicó Pareja, enfatizando en que esto ha ido distorsionando y también desvirtuando el rol de los estudiantes.
El estamento estudiantil está llamado primero a estudiar, segundo a tener un paso de excelencia por la universidad y tercero a luchar por un buen estudio y buen manejo de recursos. “De ser un buen fiscalizador, se ha convertido en otro poder, semejante a una bicefalia”, afirmó.
De esta forma se puede llegar a referir que el gran problema de la actual universidad, pasa por la bicefalia en su dirección, hecho que le hace un profundo daño, sobre todo en aspectos como la educación de calidad y lo relacionado a la investigación e interacción social.
“Las universidades en lugar de ser más proclives a ser unidades académicas se han convertido en entidades políticas y esto ha hecho que la universidad no dé pasos cualitativos”, sostuvo.
Tras la tragedia del pasado 9 de mayo en Potosí, donde cuatro estudiantes de la Universidad Tomás Frías perdieron la vida a causa de una avalancha humana provocada por la detonación de una granada de gas lacrimógeno durante una asamblea estudiantil en el coliseo de la casa de estudios superiores, se destaparon las denuncias sobre disputas de poder entre dirigentes universitarios.
De esta forma, se hizo pública la trayectoria del máximo dirigente estudiantil de las universidades públicas del país, Max Mendoza (52 años de edad) quien, según denuncias, percibe un salario superior a los 21.000 bolivianos y goza de otros beneficios como vehículos, viáticos, además de viajes nacionales y al exterior, según documentos presentados recientemente.
Ante ello, Pareja sostiene que la bicefalia en el control de la universidad ha permitido tornar esta situación en un círculo perverso de colusión de intereses, tanto de docentes como de estudiantes, siendo un diseño inédito y atípico, pues no ocurre en otros países del mundo, donde en el mejor de los casos, la representación estudiantil alcanza solo un tercio de participación.
“Se han empezado a producir prorrogas absolutamente inaceptables de personas que han utilizado la universidad como un modo personal de vida y utilización de recursos públicos con bajos niveles de control” por parte de verdaderos estudiantes, cuyo paso por las universidades es fugaz, en comparación con los que extienden su vida universitaria con otros intereses.
“El diseño merece una reflexión interna muy honesta, muy valiente, los universitarios tienen que recuperar el verdadero sentido de lo que es ser estudiante y ser más celosos en la vigilancia de sus representantes para no llegar a este tipo de extremos que ya no son infracciones sino se convierten en delitos a los recursos públicos, la institucionalidad y la calidad académica”, indicó.
Lugo del trágico hecho en Potosí, diferentes autoridades y políticos salieron a la palestra planteando la generación de espacios en los que se aborde una posible revisión de la autonomía universitaria, precisando que no se afecte esta cualidad y que la misma debe ser tratada por los estamentos que conforman las universidades.
Al respecto, Pareja sostiene que el tema de fondo no pasa por una revisión de la autonomía, sino al diseño institucional en las universidades. “La autonomía no tiene por qué ser tocada ni analizada desde fuera de la universidad, ni replantearse su forma actual. El problema es el diseño institucional y el exceso de poder del estamento estudiantil”, afirmó apuntando al cogobierno y los vacíos legales relacionados a la permanencia de estudiantes, entre otros, mismos que se tienen que resolver en espacios que son los congresos.
Para esta jornada está confirmado el XIII Congreso de Universidades a realizarse en Potosí. Se anunció que no es necesaria la presencia del representante de la CUB, Max Mendoza, ni de otros dirigentes de las federaciones universitarias locales, que anticiparon no asistir.
El rector de la Universidad Autónoma Tomás Frías (UATF), Pedro López, manifestó que urge la reinstalación del congreso, que se postergó desde 2019.
“Nosotros vamos a continuar porque no solamente ellos representan a las universidades. Quiero invocar a todos estos estudiantes universitarios que quieren un cambio en la universidad boliviana que acudan al evento”, anunció.