La industria manufacturera, sin la minería y el gas, tendrá un crecimiento en torno al 4 % para la presente gestión, pero también los industriales alertan que la recuperación del sector para el 2022 está en riesgo, por el clima de negocios, la incertidumbre y el contrabando y la informalidad, así como por la provisión de gas, según una evaluación realizada por la Cámara Nacional de Industria, mediante su presidente, Ibo Blazicevic.
Una muestra de la situación complicada en la que se encuentra la economía nacional se refleja en el número de matrículas canceladas. Ibo informó, con datos de Fundempresa, que en 2020 cerraron 317 industrias y en 2021 el número alcanzó a 402, que representa un incremento del 27 %.
El titular de los industriales explica que posiblemente se viene arrastrando del 2020 por efecto de la pandemia y en 2021 languideció y cerró, lo que muestra que la situación económica sigue complicada.
Señaló que el contrabando casi representa un 7 % del Producto Interno Bruto (PIB), que alcanza a un movimiento económico de más de 3.000 millones de dólares al año, sumado la informalidad, provocan una competencia desleal a las industrias nacionales, y pone en peligro las fuentes de empleo de 400.000 trabajadores, en el sector industrial.
Datos
Recordó que la contracción del PIB industrial en 2020 fue de 8,4 %, y al ritmo que se avanza se volvería a los niveles de crecimiento del 2019, recién el 2023.
En su momento, Medinaceli informó que Bolivia empezaría a retornar recién el 2023 a crecimiento del 2019, que estaba en el orden del 2,2 %.
Recuperación
Ibo espera que la recuperación del PIB de la industria manufacturera, que excluyen los rubros relacionados a la minería y al gas, estaría en torno al 4 % en 2021, cuyo desempeño es insuficiente para alcanzar la actividad previa a lo que se tenía antes de la pandemia.
Sin embargo, el contrabando y la informalidad provocaron una disminución de la actividad industrial manufacturera, ocasionada por la devaluación de las monedas de los países vecinos en la presente gestión, y la amenaza se mantiene latente para el próximo.
«Los fuertes estímulos durante la pandemia y la salida de capitales de la región abarato los productos de esos países», situación que las industrias nacionales no podrán resistir por mucho tiempo.
Perspectivas
Mientras tanto, las perspectivas de la economía para el 2022 no son nada alentadoras, más cuando se anuncia la implementación de la política económica de industrialización de sustitución de las importaciones, que llevaría a la creación de empresas públicas y podría desplazar a la inversión privada, que tal vez estarían bajo una presión recaudatoria en favor de las entidades del Estado.
Espera que el sector privado no esté sobre fiscalizado por temas recaudatorios, pero el incremento de la recaudación programada en el Presupuesto General del Estado 2022, de 12,1 %, pone en alerta al sector debido a que con ello se podría aumentar la presión, ya que no hay indicios de una ampliación de la base tributaria.
Provisión
Mientras tanto, los industriales solicitan a las autoridades nacionales asegurar la provisión de energía y electricidad; y más de 160 industrias tienen como principal fuente al energético, que podría sufrir cortes y ajustes en el precio.
También una eficiente lucha contra el contrabando, que se ha triplicado en los últimos años, que subió de 2.400 millones de dólares a más de 3.000 millones de dólares, y un comercio ilegal hormiga de 500 millones.
Los industriales piden asegurar el financiamiento interno para todos los sectores de la economía, ya que en la presente gestión el Estado absorbió la liquidez del mercado, y las empresas requieren financiamiento para salir adelante, ya que muchas empresas arrastran iliquidez.