Tras cumplirse un año de reclusión de la expresidenta transitoria Jeanine Añez Chávez, los parlamentarios y políticos de oposición recordaron que la exmandataria es una presa política, cuyo encierro solo tiene la finalidad de encubrir el fraude electoral de Evo Morales y el Movimiento al Socialismo (MAS) en los comicios generales del 2019.

Los opositores señalan que esta fecha se convierte en la evidencia de que en el país se trata de manipular la historia para lavar la imagen de los involucrados en el fraude que generó una crisis política y social en Bolivia.

El líder de oposición Carlos Mesa Gisbert recordó que Añez fue la segunda mujer en ocupar el cargo de presidenta de Bolivia y ahora guarda reclusión por intereses políticos que intentan borrar los hechos de 2019.

“Hace un año, la segunda Presidenta constitucional en la historia de Bolivia se convirtió en la presa política de un régimen que solo busca encubrir el gigantesco fraude cometido por Evo Morales”, sostuvo.

Por su parte, el expresidente Jorge Quiroga Ramírez condenó que en todo el tiempo que Añez lleva encarcelada no se haya procedido de la forma correcta y activado un juicio acorde a una exdignataria de Estado, por el contrario, desde el poder se insiste en una venganza para borrar la historia.

“Un año preso, sin derecho a juicios de responsabilidades que le corresponden. Esto no es justicia, es venganza de los fraudulentos que fugaron, que hoy buscan lavarse la cara, tapar su cobardía y manipular la historia linchando a Añez”, manifestó a través de redes sociales.

Desde la cuenta de Twitter de la expresidenta Añez se recordó que su presidencia se dio tras jornadas de violencia a causa del fraude electoral y que la finalidad de su mandato fue pacificar el país.

“Cumplo un año de encierro. Agradezco a Dios por mantenerme con vida. La verdadera Justicia es Suya, mientras secuestradores y violadores dictan desde Palacio mi encierro y la violación de mis DDHH y de los presos políticos. Bolivia necesitaba paz y yo asumí la consecuencia”, expresó.

Mediante una nota, Añez pidió perdón al pueblo boliviano por los errores de su gestión al frente del país, señalando que la pandemia fue el factor determinante al momento de alargar su mandato y postergar las elecciones.

Añez manifestó que su mayor tortura es la situación por la que atraviesan sus hijos, quienes deben pagar por una decisión suya y sufren los abusos desde el poder. “Resistiré y seguiré luchando hasta el día en que Dios me lo permita, se lo debo al país y a todos los bolivianos”, finalizó.

La exmandataria fue aprehendida en la ciudad de Trinidad, Beni, el 13 de marzo de 2021 y trasladada a la Sede de Gobierno sindicada de un presunto delito de golpe de Estado que a un año de su reclusión no es probado por el Ministerio Público.