Pragmática como siempre, Angela Merkel encara el complicado año electoral en el que se presentará a su cuarta legislatura calculando que lo que más pesa en el electorado son la crisis de los refugiados y los beneficios constantes y sonantes, por lo que ayer anunció las dos promesas electorales sobre las que girará toda su campaña: aumentar las expulsiones de refugiados sin derecho a obtener el estatus de asilo y subidas cero de impuestos durante los próximos cuatro años, incluso alguna rebaja.
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