El anuncio del Ministro de Gobierno, de trasladar a la expresidenta Jeanine Añez, detenida preventivamente en la cárcel de Miraflores, a la población penitenciaria, luego de que denunciara presuntos hechos de tortura, va en contra de la medida cautelar ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y pondría en riesgo su salud e integridad, manifestó el abogado Luis Guillén, que patrocina a la exautoridad.
El jurista recordó que se interpuso una medida cautelar ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), entidad que dispuso que el Estado boliviano siga otorgando a la expresidenta el ambiente individual –que actualmente ocupa- ya que las autoridades de Régimen Penitenciario y el Ministerio de Gobierno acreditaron que Añez podía recibir visitas y que cuenta con una televisión.
“Para acreditar que está bien la expresidenta dijeron que tenía televisión, pero no era verdad, gracias a este informe por el cual se ha querido descargar el Gobierno ante la CIDH es que llevamos una televisión (…). Pero entre otro de los aspectos, porque estamos hablando de una persona hipertensa, y tratar de llevarla a una población común, la pondría en inminente riesgo su salud”, señaló a Brújula Digital.
En ese marco, el jurista informó que el viernes presentó las solicitudes formales a través de memoriales a la Gobernación del penal para que explique lo sucedido sobre las denuncias realizadas por su defendida en contra de la subteniente de apellido Durán y la propia directora de la cárcel, teniente coronel Maribel Barrenechea.
Por otro lado, Guillén manifestó que se debe considerar la norma interna del penal de mujeres y el Código de Procedimiento Penal en relación a las internas preventivas, que deben encontrarse en un espacio diferenciado en relación a las personas con sentencia.
SALUDABLE
Por otro lado, el exdirector de Régimen Penitenciario, Ramiro Llanos, consideró que salir de la habitación, donde actualmente se encuentra, sería saludable para Añez y no correría riesgo alguno, salvo que lo quieran hacer desde afuera, como cuando hubo un motín en su contra.