Al cierre de la CXI Asamblea de Obispos de Bolivia, esta instancia emitió un mensaje en el que se expresa preocupación por la actual coyuntura del país, caracterizada por el desencuentro y la confrontación, motivada por fines políticos de contraposición. Sobre las propuestas de federalismo, se señaló que no tiene que ser a la fuerza y debe haber diálogo para beneficiar a todos.

En conferencia de prensa, el presidente de la Conferencia Episcopal de Bolivia, Aurelio Pesoa, abordó temas de coyuntura y se refirió al posicionamiento del sector cívico cruceño sobre replantear la relación política de Santa Cruz con el Estado boliviano, además de las propuestas de federalismo emanadas por distintos actores políticos, asegurando que toda planteamiento debe cumplir los pasos normativos estipulados en las leyes nacionales y “no debe ser a la fuerza”.

Sostuvo que debe primar el diálogo para beneficio de todos los bolivianos. “Creo que las leyes, la Constitución es la que debe normar los pasos que quiera dar cualquier región, imaginamos que los cívicos de Santa Cruz han considerado este aspecto. No creemos que sea una afirmación porque tenga que hacerse o negación porque no tenga que hacerse. Hay que ver los pasos que conlleve, no tiene que ser a la fuerza, debe haber diálogo y buscar beneficio para todos”, sostuvo.

Pesoa además se solidarizó con los periodistas y la forma en la que exponen sus vidas en algunas situaciones de violencia, señalando que al final los más dañados son los trabajadores de la prensa, sobre todo en las últimas semanas.

“Queremos que Dios los proteja porque también tienen familia y seguramente los hijos de ustedes los esperan en la tarde o en la noche, por eso quiero pedir a ese Dios en quien yo creo y en quien seguramente ustedes tienen una fe que los proteja en este servicio que hacen”, pidió.

Por su parte, el arzobispo de Sucre y vicepresidente de la CEB, Monseñor Ricardo Centellas, señaló que para solucionar el actual conflicto, hace falta que todas las partes sean capaces de escuchar y de esta forma evitar mayores escenarios de confrontación. Pidió además que se tomen en cuenta todas las connotaciones que tiene el problema relacionado al censo.

En el mensaje emitido por los obispos de Bolivia, se dirigieron a la población boliviana y de forma especial a los que, “sufren, están afligidos y tienen deseos de una vida digna, justa, en paz, solidaria y con oportunidad para todos”.

Se cuestionó el proceder de autoridades que dilatan, postergan y provocan incertidumbre sobre temas decisivos que hacen la gestión de un país, señalando que son precisamente los que gobiernan quienes están llamados a garantizar los derechos de todo ciudadano con una actitud de escucha auténtica para una convivencia pacífica, con responsabilidad y procurando el bien común.

Los obispos además expresaron su preocupación por la coyuntura boliviana, debido al desencuentro y la confrontación, “exacerbada por la violencia desmedida motivada por fines políticos de contraposición”, misma que genera como respuesta un aumento de la misma y el quiebre social.

“Llamamos a promover entre todos la cultura del encuentro (…) en un clima de convivencia pacífica y serena, no avanzaremos nada enfrentándonos como enemigos. El bien de todos debe prevalecer y solo trabajando juntos, superando dificultades y posiciones contrapuestas, podremos vislumbrar un porvenir de país”, señala el mensaje.

Por ello, obispos exhortaron a abrir espacios auténticos de diálogo, tolerancia y reconciliación, para reavivar la fraternidad entre todos. “Pedimos también respeto y garantías para quienes en justicia y derecho disienten de la visión de quienes nos gobiernan para que no sean víctimas de persecución y del uso inapropiado de la justicia”.

En el mensaje se pide a las fuerzas del orden a no convertirse en un factor de enfrentamiento y violencia y procedan conforme a su misión, cumpliendo con proteger a la población en su conjunto y sin distinciones.

“Que la ya cercana Natividad de nuestro Salvador nos encuentre construyendo y trabajando por nuevos y renovados caminos de escucha, respeto, y tolerancia; así podremos aprender a vivir en el perdón y el amor para que aumente nuestra capacidad de convertirnos en personas de paz”, expresaron.