“Un debate serio para cambiar el estado corporativista actual, que sustituye al que plantea nuestra Constitución, requiere de un proceso constituyente que abarque al conjunto del país y no puede ser el resultado de un ultimátum localista a los otros ocho departamentos, ni menos de o una decisión unilateral de fuerza”, dijo.

Dentro del paro indefinido por el censo que inició Santa Cruz hace 31 días, en el último cabildo se consultó a los asistentes si estaban de acuerdo con delegar al comité cívico cruceño “la convocatoria a una comisión constitucional” que “revise la futura relación política de Santa Cruz con el Estado boliviano y (…) si en un plazo de 72 horas, los departamentos de Bolivia no se unen formalmente a este reclamo (…) asumamos por nuestra propia cuenta y responsabilidad nuestras propias reivindicaciones (…)”.

“En este momento es un debate en la esfera absolutamente política y puede que diferentes sectores de la sociedad cruceña, expresando su cansancio, molestia y los graves perjuicios económicos, educativos, sanitarios y otros que deja esta cuarentena económica, puedan expresar su protesta tomando momentáneamente algunos de estos planteamientos, tengo dudas serias de que este sea un proceso nuevo”, dijo Cortez.

Recordó que para el efecto tendría que darse un proceso constituyente para llegar a una nueva Constitución, después de un transcurso largo y complejo.

“Desde luego se ve que no ha sido pensado, preparado por los sectores de la dirigencia cruceña, que además tienen problemas en comunicarse con grupos empresariales grandes que han de sentirse incómodos tanto por la consecuencia del paro como por esta maniobra teatral de hacer aparecer algo que no estuvo en el sentimiento, en la demanda, y que supone la exacerbación de contradicciones, entonces decir que el debate se ha instalado es algo apresurado”, apuntó.

Manifestó que la solicitud de federalismo no toca el fondo del problema del Estado, porque ya sea éste unitario, republicano o federal va a continuar estrellándose con la realidad que sigue siendo colonialista, gracias a la actividad de los políticos profesionales, de cualquier definición ideológica, que siguen “importando respuestas institucionales que tratan de adaptarlas a una idiosincrasia”.

“Definitivamente el pueblo boliviano es democrático (…), este momento, el 40 aniversario de construcción democrática, se debe no a las hazañas políticas de los políticos profesionales sino a las reivindicaciones del pueblo boliviano, de los indígenas, campesinos, trabajadores”, dijo.

Aseveró que cuando los políticos han sido sabios se han plegado a esas reivindicaciones y tuvieron grandes éxitos.

“En el caso del MAS, tuvo espacio y convocatoria porque se plegó de la demanda de la Asamblea Constituyente con un nuevo Estado, una nueva economía, una reforma intelectual y moral. Ninguna de las tres metas centrales planteadas en la Constitución han llegado a construir, lo más importante que ha conseguido es una estabilidad económica o financiera”, dijo.

SANTA CRUZ

Manifestó que las proyecciones demográficas y económicas señalan que esta importancia que cobra Santa Cruz desde hace varios años se va a incrementar y se va a acelerar en los próximos años.

“Resulta completamente mediocre que dirigentes como del Comité Cívico y el Gobernador emitan esa declaración de cinco puntos en que conminan a los demás departamentos a hacer una u otra cosa y les dan plazo, no entienden ellos la composición, el cambio demográfico de Santa Cruz, no entienden que más del 70% de la población que se siente muy cruceña, sin duda alguna, es una población que por abuelos, padres o directamente es migrante y por lo tanto, difícilmente como ya les ocurrió en 2008 va a secundar los planes aventureros que plantean y de los cuales no saben cómo explicarlos ni señalar una ruta y no tienen idea cómo crear alianzas, cómo crear una fuerza nacional como la concilió el MAS desde inicios de este siglo”, dijo.

La autonomía administrativa, presente en la Constitución de 2009, es un pedido histórico de Santa Cruz que fue casi archivado después del conflicto de 2008 con el asalto al hotel Las Américas y la trama de supuesto terrorismo denunciada un año después por el gobierno de Evo Morales.

SIN VISIÓN

NACIONAL

Cortez advierte que la dirigencia cruceña no logra tener una visión nacional, sino local y no puede dar cuenta, excepto de algunos elementos parciales de cómo se propone ubicar su propuesta en el contexto continental, internacional y mundial.

“La prueba mayor de lo que estoy diciendo está fundado en la realidad, porque la base de sus planteamientos radica un modelo económico que es de agricultura extractiva importadora que no tienen ni la mitad de productividad de los países vecinos y que vive gracias al continuo avance de la frontera y del mercado de tierras, en gran parte un mercado clandestino y especulativo, no entiende que la nueva economía boliviana, la que necesitamos y la que no plantea el gobierno del MAS, y la que no plantea ninguna fuerza llamada opositora tiene base en aquello que están destruyendo, en la biodiversidad, en los bosques, como un elemento principal, que es más importante que el litio, que la llamada industrialización”, explicó.