Mediante una nota escrita, la expresidenta Jeanine Añez puso en evidencia la “doble moral” del ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, porque –según afirmó– antes la reconoció como presidenta y después, cuando tenía poder, la detuvo en persona. Entretanto, el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, afirmó que la expresidenta busca “llamar la atención” con su reciente misiva donde lo menciona.
Añez sostuvo que en su tiempo de funciones como senadora y posteriormente como presidenta, Del Castillo demostraba un trato preferencial con su persona.
“Soy una de las pocas personas que puede entender su doble moral, ya que cuando yo era presidenta, el me escribió y reconoció como primera mandataria y mientras era senadora, él tenía un trato preferencial conmigo”, señala parte de la nota.
Inmediatamente y por la misma vía, Del Castillo manifestó que lo expresado por Añez, en la nota, solo es un intento por llamar la atención, por lo que sugirió a la exmandataria enfocarse en explicar las acusaciones sobre supuestas encuentros con el presidente actual del Brasil.
“Al parecer busca llamar la atención con cartas apócrifas, debería prepararse para responder sobre su relación con el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, quien confirmó reuniones con ella, además de explicar por qué el avión presidencial tenía constantes viajes al vecino país sin autorización”, publicó la autoridad.
Por su parte, Carolina Ribera, hija de la exmandataria, confirmó que cuando la actual cabeza del Ministerio de Gobierno fungía como oficial mayor del Senado reconoció la autoridad de Añez, primero como senadora y posteriormente como presidenta Constitucional del Estado.
“El día que la bancada del MAS decidió faltar para seguir el juego del vacío de poder. El señor Del Castillo saludó a la nueva Presidenta de Bolivia, Jeanine Añez, quien asumió el cargo por sucesión constitucional como patriota y cumpliendo su deber democrático. Luego fue denunciado por abusivo por la presidenta del Senado, Eva Copa”, sostuvo Ribera.
Sobre las graves acusaciones en las que Del Castillo involucra al presidente de un país vecino, Ribera manifestó que “seguramente la Embajada de Brasil le tendrá una respuesta”.
El 13 de marzo, la Policía Boliviana desplegó un operativo sin precedentes para aprehender a la exmandataria. La madrugada de ese sábado, Añez fue detenida en el departamento del Beni en la casa de uno de sus familiares para ser trasladada a la ciudad de La Paz.
El 15 de marzo, un juez de Santa Cruz determinó que sea detenida preventivamente por cuatro meses en el penal de Obrajes, por los delitos de sedición, terrorismo y conspiración.
De este modo, la madrugada del 20 de marzo, Añez fue trasladada de manera sorpresiva al centro de reclusión de Obrajes de la zona de Miraflores..
Finalmente, el 3 de agosto, en otro tribunal de apelaciones, el juez de la causa dividió en dos el caso “golpe de Estado” y por el segundo proceso determinó darle otros seis meses detención preventiva.
Su estado de salud y otros cuadros clínicos empeoraron en prisión hasta que el 21 de agosto, la familia de Añez informó que la exmandataria intentó quitarse la vida.
En octubre pasado, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) rechazó la solicitud de medidas cautelares para la exmandataria, mientras que hace tres días, el Juzgado Séptimo de Instrucción en lo Penal rechazó otro pedido de cesación a la detención preventiva. “Existe un total sometimiento del Poder Judicial y el Ministerio Público al Gobierno. Soy una presa política”, denunció la expresidenta.